Levantarse
con el pie izquierdo, ¡cuántas veces habremos oído esta expresión! Hasta los
que no somos supersticiosos a veces nos lo planteamos. Hoy no me pongo esta
pulsera, recuerdo que la última vez que la llevé fue cuando todo me salió al revés.
Creo en la concatenación de los elementos o
mejor dicho, en el efecto mariposa. Basta con que alguien sufra dolor de cabeza
para que cuando encuentre al compañero de
trabajo en el pasillo de la oficina le regalé un "bufido”. El recibidor
del cariñoso saludo, a su vez se siente molesto y se plantea en qué momento se
interpuso en su camino. A continuación, baja los tres peldaños de siempre, los
de toda la vida y que han estado en el mismo lugar, da un traspié y se
tuerce el tobillo.
Repasamos mentalmente todo lo que hemos hecho
desde que pusimos el susodicho en el suelo al bajarnos de la cama , y buscamos el
mínimo indicio que dé respuesta a todos los inconvenientes del día. Eso nos
reconforta, al menos no he sido el culpable directo de todas las desgracias del
día.
Es
cierto que formamos parte de la naturaleza y que queramos o no, somos seres
vivos que sufrimos su influencia. El sol, la luna, las mareas determinan
nuestros estados físicos y mentales.
Confieso
ser una lunática.
Tampoco soy supersticioso, pero la cosa me ha llevado años. Culturalmente, hemos sido educados más o menos en ese ambiente y arrancarse los vestidos que nos impone la cultura lleva tiempo y esmero.
ResponderEliminarMás allá de esto, está claro que la explicación de muchas cosas se encuentra ahí, en la naturaleza, lo difícil encontrar la respuesta o saber interpretarla.
Gran entrada
Estoy de acuerdo contigo en que lo difícil es saber interpretar todo lo que nos rodea. En ello radica, desde mi punto de vista, la sabiduría.
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