Me envuelvo en un manto de
frialdad
y por las rendijas
se me escapa la
incandescencia.
La lava se solidifica,
eso dicen las mentes que
piensan.
La lluvia cae sobre el alma
pétrea
y deja su huella poco a
poco,
mansamente.
Y se desgrana en arena,
uno a uno
y desaparece.