martes, 23 de junio de 2015

El intocable



Últimamente se levantaba todas las mañanas de mal humor. No sabía muy bien por qué, solo sentía que cuanto más seguro de sí mismo estaba, peor lo pasaba ¿Acaso ese era el tributo que había que pagar? Siempre pensó que subir en el escalafón no tenía más que ventajas. Muchas veces había soñado con estar allí, justo donde ahora se encontraba. Desde muy niño se había prometido llegar a ser como D. Benigno, aquel hombre que lo atemorizaba tan solo con una mirada. Sí, llegaría a ocupar el lugar opuesto, aquél en el que sería él quien con solo girar la cabeza haría temblar a cualquier ser humano que se cruzase en su camino.
Sin embargo, algo le impedía saborear el triunfo, el suyo. Llevaba solo un par de años en el lugar que ahora ocupaba. Al principio, sintió con gusto la ira ¡Era fuerte! Y eso estaba bien. Pese a todo, aquello le había costado una úlcera de estómago y devoraba omeoprazol a todas horas. ¿Qué parte del plan fallaba?
Eso fue al principio, ahora hasta su rostro parecía sereno. Solo en algunas ocasiones asomaban a sus pupilas los destellos del enojo. Era una cuestión de puro dominio mental. Actualmente, había llegado más allá, estaba en una fase de desdén a todo y hacia todos. Se sentía pletórico. Había incluso, superado al modelo de su niñez. Miraba con condescendencia a los demás, incluso los ayudaba siempre que la situación fuese propicia. Llegados a este punto podía suponer que su plan había sido perfecto.

Levantó la copa y brindó con todos los presentes, los miró uno a uno desde su posición y les sonrió bonachonamente. -¡Salud!- sonrió hacia dentro y se sentó de nuevo. Las encuestas esta vez habían acertado. A partir de mañana dejaría de ser el eterno candidato. Lo había conseguido.

martes, 9 de junio de 2015

Porque no quiero perder todos los días…



Tengo los ojos vendados
 y no soy justiciera.
Miro mi entorno
y mi sonrisa se quiebra.
Y recaigo,
y me levanto…
Y otro día el mismo ritual.
Y me rompo y me recompongo.
Armo de nuevo el puzzle,
y me echo las cartas
y juego a que gano.
Tiro el vestido gris sobre la cama,
cojo las sandalias,
piso los girasoles

y vuelo…