viernes, 26 de agosto de 2016

Sur-realismo



En las playas doradas del sur siempre se pone el sol despacio. Languidece negándose a abandonarlas ¿Será acaso que esas tierras añaden parsimonia a todos los que las habitan? Las olas suelen llegar mansas a la arena que se deja mojar con pereza.
Las huellas de unos pies diminutos aparecen justo en esa orilla. Si las seguimos vemos que continúan hasta los palmerales que la delimitan. Allí se pierden en la maleza...
Cuando paseo por estos lugares siempre lo hago mirando al suelo, involuntariamente alineo mis pies y al mismo tiempo observo toda suerte de agujeros, restos de conchas y algas. En ocasiones, descubro pisadas de aves marinas que se me antojan flechas que me indican qué camino seguir.

Hoy he visto de nuevo esas formas diminutas sobre la arena y he descubierto mensajes crípticos en ellas. Me invade el misterio del sur y me dejo llevar por él. Me adentro por el sendero oscuro del bosque de bambú en busca del frescor. Los rayos del sol se proyectan a través de las ramas de manera fantasmagórica, el aire espeso y caliente me aplasta. Siento el sudor en mi frente que resbala mojándome las patillas, pronto comenzará el dolor de cabeza. Lucho contra él y con esfuerzo intento desentrañar los secretos que hay en esos granos de arena...