martes, 21 de octubre de 2014

Ahogo



   Observaba todo desde el exterior, tenía la sensación de ir fotograma a fotograma captando cada movimiento de las personas que lo rodeaban. En un momento dado, hasta su mano se le hizo ajena. La taza iba y volvía desde la mesa a la boca de aquel autómata desconocido en que se había convertido, sorbía el café sin ser consciente incluso de su sabor. A su lado, las caras iban desfilando una tras otra mostrando sonrisas de todo tipo desde las más inexpresivas que se le asemejaban a muecas ridículas hasta las más hipócritas, escaparates de antiguas ortodoncias.

   Tuvo  una sensación de ahogo interior y el impulso súbito de desaparecer, se levantó y no miró hacia los lados, simplemente lo hizo y respiró.

jueves, 9 de octubre de 2014

Lunática



  Levantarse con el pie izquierdo, ¡cuántas veces habremos oído esta expresión! Hasta los que no somos supersticiosos a veces nos lo planteamos. Hoy no me pongo esta pulsera, recuerdo que la última vez que la llevé fue cuando todo me salió al revés.
Creo en la concatenación de los elementos o mejor dicho, en el efecto mariposa. Basta con que alguien sufra dolor de cabeza para que cuando encuentre al compañero de  trabajo en el pasillo de la oficina le regalé un "bufido”. El recibidor del cariñoso saludo, a su vez se siente molesto y se plantea en qué momento se interpuso en su camino. A continuación, baja los tres peldaños de siempre, los de toda la vida y que han estado en el mismo lugar, da un traspié y se tuerce el tobillo.
Repasamos mentalmente todo lo que hemos hecho desde que pusimos el susodicho en el suelo al bajarnos de la cama , y buscamos el mínimo indicio que dé respuesta a todos los inconvenientes del día. Eso nos reconforta, al menos no he sido el culpable directo de todas las desgracias del día.
  Es cierto que formamos parte de la naturaleza y que queramos o no, somos seres vivos que sufrimos su influencia. El sol, la luna, las mareas determinan nuestros estados físicos y mentales.

   Confieso ser una lunática.